2 de enero de 2016

Valorando a mi cónyuge

Comenzaré contando la historia de Ana. Ella no podía tener hijos y el relato nos dice lo siguiente:

"Cada año, cuando iban al templo del Señor, Peniná la molestaba de este modo; por eso Ana lloraba y no comía.  Entonces le decía Elcaná, su marido: «Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué estás triste y no comes? ¿Acaso no soy para ti mejor que diez hijos?»"
Su esposo le pregunta el porque de su llanto. Considerado que era más que obvio la amargura de Ana por no dar hijos a su marido, le pasó lo que a muchas parejas nos suele suceder. Entre más obvio sea para nosotros el problema, para nuestro cónyuge pareciera que le es indiferente. Pero no te equivoques, tener este pensamiento que tu sufres más que tu cónyuge te lleva a no sentirte valorado y peor aún no podrás valorar a tu pareja.

En los problemas no se trata de probar quien más sufre sino que oportunidades para mejorar puedo sacar de esto.

1. Identifica las necesidades de tu cónyuge 

El esposo de Ana estaba preocupado más de la salud y alimento que de sus sentimientos por su problema de infertilidad. Sabes, los hombres son diferentes en su forma de ver las necesidades de la pareja. En este caso el varón piensa en lo físico mientras que la mujer lo emocional.

A lo que quiero llegar es que para valorar a tu cónyuge primero fíjate cual es su verdadera necesidad.  
Hay necesidades físicas, necesidades emocionales y espirituales.

En nuestro ejemplo la necesidad de Ana era emocional y espiritual, se sentía incompleta al no tener hijos.

2. Dar más importancia a tu pareja que al problema.

Como seres humanos tendemos a enfocarnos en lo que no tenemos que en lo que hemos logrado conseguir. Elcaná marido de Ana le hace una pregunta más que en lo personal me impactó:¿Acaso no soy para ti mejor que diez hijos?»"
Yo te preguntó: Acaso tu pareja no es más importante que tus problemas? 
Debes entender que tu pareja es más importante que la casa, el coche, el trabajo, las deudas ,etc. 
Ana no estaba entendiendo que su marido la amaba con o sin hijos. 
Tu pareja debe estar por encima de cualquier circunstancia. No te agobies ni agobies a tu esposo dando más importancia a los problemas. Se feliz que tienes un compañero y cualquiera que sean las circunstancias, si los dos están juntos van a salir avante.


3. Trabaja en suplir las necesidades de tu cónyuge

La convivencia sana esta en respetar al otro y trabajar en equipo para mejorar.
Para esto sino identificas la necesidad de tu pareja no podrás suplirlas. Para esto te doy los siguientes tips:
     -Ora a Dios pidiéndole que sane tu corazón para que puedas mirar a tu pareja con amor y valor
      -Haz una terapia de perdón. Sino perdonas errores y actitudes no podrás dar amor, sólo saldrá de ti amargura y la mayoría de necesidades en la pareja son de índole afectivo por tanto no puedes dar algo que no tienes. El valorar a tu cónyuge comienza en el perdonar sus equivocaciones
      - Dar lo que quieras recibir. Si quieres recibir amor, da amor, sin esperar nada a cambio. El tiempo y Dios hará que tu amor sea recompensado
      - Valorate. Si tu autoestima esta muy abajo o muy arriba no va funcionar tu relación con los demás. Si sientes que tienes problemas de autoestima es mejor que busques consejo y ayuda espiritual. No podrás valorar a otro sino te valoras.
     - Pon un alto a situaciones tóxicas. Si sabes que existe maltrato físico, verbal o adicciones que dañan la convivencia debes buscar ayuda.



2 de agosto de 2015

Matrimonio completo en Cristo

Que fácil es confundir el propósito de Dios para el matrimonio sobretodo cuando se comienza hacer planes alrededor de los hijos y no bajo la voluntad de Dios para nuestras vidas, descartando a la pareja y el propósito de Dios.
Amados lectores los hijos crecen y se van y al final quien será tu única companía será tu cónyuge.
Cuando me enteré que no podíamos tener hijos creí tristemente que mi matrimonio no tenía sentido ya que sin hijos en el hogar, la vida conyugal sería triste. 
Fuimos a un congreso de familias y entre testimonios y experiencias contadas me daba cuenta que muchas parejas que tenían hijos eran más infelices que nosotros. 

1. Jesús quien lo llena y completa todo.

“Porque en Él (el Señor Jesús) habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en Él, que es la cabeza de todo principado y potestad “(Colosenses 2:9-10).

Cristo es todo. Él es la PLENITUD de Dios (versículo 9). Cristo es todo lo que necesito. Estoy COMPLETO (totalmente saciado) en Él (versículo 10).

Mientras lloraba en reclamo de no poder concebir hubo un momento que este verso de la biblia venía a mi memoria y hacia énfasis en la frase " completos en Cristo".

En ese momento entendí que si mi matrimonio es uno solo con Cristo, este problema de no tener hijos no debería preocuparme, ni afectar mi relación con mi esposo. Si Jesus no es el centro de tu vida conyugal simplemente tus planes no tienen sentido.

El tener hijos se había convertido en el centro de mi relación y como muchas parejas nuestro mundo comenzó a girar en torno a los hijos y no sólo me refiero a los hijos físicos. El trabajo, tu profesión, la iglesia, los bienes y el dinero pueden convertirse en tus hijos adoptivos que te hacen creer o sentir seguridad, pero en el momento en que estos faltan o fallan, tu relación conyugal se desbarata.

2. Cristo en toda Su plenitud está EN TI (Colosenses 1:27).
"a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,"

Querido lector sólo pido que el Espíritu Santo te revele esta verdad, sólo Cristo da el sentido a tu vida matrimonial y no te confundas pensando que por ir a una Iglesia o a psicologos, terapeutas, etc estas dando lugar a Dios en tu matrimonio, tampoco digo que es malo, sin embargo la plenitud a la que se refiere este verso es tu intimidad con Dios.

Te cuesta dar más tiempo a tu cónyuge,  seguro que te cuesta leer la biblia. Es mucho sacrificio orar?, de seguro te enojas y peleas frecuentemente con tu pareja. Es aburrido escuchar música que alabe a Dios?, de seguro que sólo buscas culpables de tus fracasos y recae en tu familia la amargura. Te cuesta obedecer a Cristo? hablando malas palabras, mintiendo, robando, emborrachándose, siendo injusto, de seguro no te interesa comprometerte a seguir un estudio bíblico. 

Mientra lloraba porque me sentía impotente ante mi problema de fertilidad, hubo un momento en la que sentí un dulce soplido que me calmó y me decía: Ustedes son completos en Cristo! 

Anhelas la plenitud de Cristo en tu matrimonio? Te invito a repetir la siguiente oración:

"Jesús, reconozco que los problemas que tengo en mi matrimonio es porque no te buscamos y estamos incompletos sin ti. Cristo eres todo lo que necesito para que mi matrimonio funcione. Alineo mis decisiones a tu voluntad y pido que obres en mi familia. Te entrego mi dolor y recibo esa plenitud de ser uno sólo con Cristo."
Amén




24 de mayo de 2015

Los Padres de Sansón y su ejemplo para superar la infertilidad



De todas estas parejas bíblicas quiero que estudiemos el caso especial de los padres de Sansón. Bajo su vivencia descubriremos como debemos prepararnos para concebir y esperar en las promesas de Dios.


Los Padres de Sansón.

La esposa de Manoa no podía concebir y un día se le presenta un ángel quien le da una agradable noticia.

1. Creer en un Dios de milagros y soberano

pero un día un ángel se le apareció y le dijo: <<Aunque no has podido tener hijos, porque eres estéril, ahora vas a quedar embarazada y tendrás un varón.Jueces 13:3 [TLA] 

Primeramente debemos reconocer que Dios es el autor de la vida y que su plan para sus amados es bueno, agradable y perfecto. Él permite y retiene la concepción. ¡Acércarte a Dios a través de la oración, buscando la voluntad para tu vida.! Quizás no será un ángel quien te diga el plan de Dios pero tienes la Biblia donde están las promesas  de Dios y a través del Espíritu Santo te confirmará si su voluntad es que tengas un hijo natural, si su voluntad es que adoptes, cuides a niños, o carezcas de ellos. Recuerda que un hijo es un regalo y dice Dios :“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto...” (Santiago 1:17).  Tenemos un Dios podereso y bueno, si tu crees todo es posible.
Manoa y su esposa no dudaron o cuestionaron el hecho de concebir.
Te invito a mirar el siguiente vídeo que fortalecerá tu fe.

"Señor Jesús, una palabra tuya basta para sanarme, hoy te pido ayúdame a creer. Reconozco que eres Dios poderoso y soberano. En tu nombre Jesús declaro que nuestro hogar es bendecido con sanidad y fertilidad, porque en ti hay vida y tu Espíritu sople vida en mi cónyuge." Amén

2. Preparación emocional y espiritual

Toda pareja que quiera concebir no solo debe prepararse físicamente. Seguramente amado lector estas pasando tiempos de estar en el doctor, con exámenes médicos, recetas,etc. Hay algo mas importante en la que debes prepararte como pareja, y es tu comunión con Dios, es decir tu salud espiritual.
La esposa de Manoa va a contar sobre la buena noticia, pero también las peticiones del ángel.
Lo que me dijo fue esto: “Vas a quedar embarazada, y tendrás un varón. Desde que nazca hasta que muera, será dedicado a Dios como nazireo. Por eso, no bebas vino ni otras bebidas fuertes, ni comas comida impura”. Entonces Manoa le rogó a Dios: <<¡Dios mío, que venga otra vez ese hombre que mandaste! ¡Que nos enseñe lo que debemos hacer con el hijo que nacerá!>>Jueces 13:7-8 [TLA] 

Al referirse a no beber, ni comer cosas impuras no solo esta cuidando la salud de la pareja, se refiere a su santidad, dejar de contaminarse de las cosas de este mundo. Manoa reconoció su debilidad y la necesidad de ser instruido.
Seamos como Manoa que no solo se conformó con la buena noticia sino que clamó por ser enseñado por Dios, para instruir a su hijo.
Seguro haz pedido a Dios por un hijo, pero ¿haz rogado que Dios te moldee para ser un buen padre? ¿Estas dispuesto como Manoa santificar tu vida alejándote de las malas costumbres tales como: no ir a la iglesia, pleitos, contiendas con tu cónyuge, darte al vino no orar, etc?. Solo decir que eres cristiano no te santifica, necesitamos de la instrucción de Dios para traer hijos que serán concebidos por fe.

3. Ofrenda familiar en el altar

El hogar de Manoa tenía imperfecciones y una de ellas que noté es que la pareja estaba distante, leamos el relato.

Y Dios oyó la voz de Manoa; y el ángel de Dios volvió otra vez a la mujer, estando ella en el campo; mas su marido Manoa no estaba con ella. Cuantas veces podemos estar viviendo juntos pero ausentes uno del otro.  No permitas que el problema de concebir los aleje o busques refugio en tratamientos que te pueden dar esperanza pero no sirven de nada sino tienes al dador de vida como centro de tu hogar y él es Jesús.

Y la mujer corrió prontamente a avisarle a su marido, diciéndole: Mira que se me ha aparecido aquel varón que vino a mí el otro día. Y se levantó Manoa, y siguió a su mujer; y vino al varón y le dijo: ¿Eres tú aquel varón que habló a la mujer? Y él dijo: Yo soy.Jueces 13:9-11 [RV60]  

Dios es quien primero se acerca a tu hogar.Manoa solicitó escuchar el ángel, una vez mas se le aparece primero a su mujer y ella debe ir a buscarlo. Cuando dejas que Dios se involucre en este asunto el tiene formas únicas y grandiosas para que este problema los una.
Manoa y su mujer entienden el mensaje del ángel de Dios. Su comunión con Dios mejorará su relación y los preparará para ser los buenos padres que desean ser. Inician levantando un altar.Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda, y los ofreció sobre una peña a Jehová; y el ángel hizo milagro ante los ojos de Manoa y de su mujer.Jueces 13:19 [RV60] .
Levanta una ofrenda de amor, oración y alabanza, el altar es tu casa. El hijo de Manoa iba ser nada mas y nada menos que Sansón, un hombre lleno del poder de Dios. Tu puedes creerle a Dios y no solo te dará hijos sino que también bendecirá a tus generaciones, instruyendo y formando hombres y mujeres de fe y llenos del poder de Dios para impactar a las naciones con el amor de Dios. Tu fe será el peldaño que servirá a tus hijos para que lleguen a nuevos niveles de fe y proezas porque lo vieron de sus padres, vieron un altar permanente de amor con ofrendas agradables a Dios.

26 de abril de 2015

Cuando cuestiono a Dios y su voluntad


Al recibir la noticia de tener problemas de fertilidad, junto con mi esposo esa noche lloramos amargamente y existían momentos donde mi alma preguntaba: “Señor, ¿por qué?", "es injusto" o acaso ¿es un castigo?.
Revisemos como Asaf un salmista de Dios, frente a la crisis comienza diciendo: "Yo estuve a punto de pecar; poco me faltó para caer, pues me llené de envidia al ver cómo progresan los orgullosos y los malvados. ¡Tan llenos están de salud que no les preocupa nada!. Salmos 73:2-4 [TLA]

Asaf admiró a los malos porque les iba bien y tuvo envidia de los arrogantes. Seguidamente va pasando por otros estados de ánimo: se queja; se siente víctima; se amarga su alma. Yo me sentía igual, hablaba con Dios y le decía: Es injusto que parejas irresponsables, con problemas en su relación, hombres y mujeres que no asumen una paternidad apta o que viven en sin temor a Dios, sean bendecidos con un hijo. ¿Cómo es posible eso? .

Pero en el verso 16, Asaf confiesa: "Traté de entender esto, pero me resultó muy difícil." Estaba tan confundido que le dolía la cabeza tratando de pensar por qué le va bien al malo y mal al bueno. No lo entiendo, decía Asaf. Pero mira lo que dice en el versículo 17: "Hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos".
Cuando el salmista se sintió víctima y cuando estaba a punto de resbalar y convertirse él mismo en un malvado, fueron emociones que no le ayudaban y no entendía nada. Solo cuando entró a la presencia de Dios volvió la paz y hay gente que al renovar su voto de fidelidad, comienza a entender lo que antes no entendía. Podríamos parafrasear a Asaf diciendo: 

"Cuando entré cerca de la presencia de Dios comencé a pensar con claridad y a entender".
Amado lector, no culpes a tu marido, a tu esposa, ni a Dios. Tampoco tomes una actitud de rebeldía hacia nuestro Señor o quizás estas con una actitud de rabia o envidia hacia familiares o amigos que sí tienen hijos. No te amargues.
Cuando tengas conflictos internos entra en tu habitación, cierra la puerta detrás de ti y di:

"Dios perdón por alejarme de ti y de tu verdad. Reconozco que eres un Dios bueno y justo, tus planes son perfectos y aunque en este momento no entiendo por el dolor de esta prueba, te pido que tu amor me llene y tu presencia este permanente en mi casa y hogar. He comprendido que si estoy en comunión contigo puedo superar este dolor y amargura que me abruma, por esto clamo por tu presencia y tu consuelo." En el nombre de Jesús. Amén.

La noticia de problemas de fertilidad nos abruma.


El deseo intenso de formar una familia puede ser enorme, y al recibir la noticia de no poder tener niños puede causar en los hogares frustración y tener la idea que Dios se ha olvidado de nosotros.
Debes reconocer que un problema de fertilidad implica crisis. Es común tener una tremenda sensación de pérdida, sentirse triste o abrumado, y muchas veces sensible ante cualquier situación, son circunstancias con las que debes enfrentar. Hacer frente a tus emociones y aceptarlas puede ayudarte a superarlas.
Dios te dice que «él lleva cuenta de todas mis angustias y ha juntado todas mis lágrimas en su frasco; ha registrado cada una de ellas en su libro.» Salmos 56:8 [NTV]
«En mi desesperación oré, y el Señor me escuchó; me salvó de todas mis dificultades.» Salmos 34:6 [NTV]
Rechaza los pensamientos negativos. Habrán momentos en que te sientas culpable y deberás resistir la tentación de enojarte contigo mismo.
Cuando vienen a tu mente ideas tales como: es un castigo de Dios o él es injusto conmigo; esto me pasa por haber abortado; debería haber adelgazado más o haber cuidado más mi salud; no debería haber dado por hecho que tendría niños cuando quisiera", o cualquier otro pensamiento negativo que puedas tener, te animo a restaurar tu relación con Dios.
«Tú escuchas nuestra oración. Estamos cansados de pecar, por eso acudimos a ti. Nuestros pecados nos dominan, pero tú nos perdonas.» Salmos 65:2-3 [TLA]
«Aunque nuestros pecados nos abruman, tú los perdonas todos.» Salmos 65:3 [NTV]
Es necesario aclarar que no considero que un problema de fertilidad sea consecuencia de un pecado estrictamente, pero esta crisis hace que te sientas desfavorecido por Dios y es necesario entender que la gente puede verse atrapada en un círculo de pensamientos negativos que sólo sirven para empeorar las cosas. Solo Dios puede y quiere hacerte libre de culpa y despojarte de todo lo que te abruma.
«Cuando estaba sufriendo, tú, mi Dios, me ayudaste. Cuando estaba casi muerto, pedí ayuda y me la diste.»  Jonás 2:2 [TLA]
!Ponte a cuentas con Dios y pídele su consuelo !